Felipe despertó sobresaltado, se levantó, se duchó y mientras lo hacía, decidió ir a conversar con su padre, necesitaba contarle todo lo que había pasado, lo de los niños, lo de Alondra.
Por eso al salir del baño, tomó su celular personal y llamó a su padre —Aló, Papá, necesito conversar contigo, podemos vernos en un Restaurant cerca del centro —pronunció con angustia.
—Felipe hijo, ¿Pasa algo? ¿Qué tenés? —interrogó Lucca con preocupación.