Ha despertado…
—Mahir, mantenme informado de todo, nada más deje a Omar en Yemen, volveré enseguida…
Mahir afirmó ante la orden de su rey, y envió a sus mejores hombres en el avión, en el que estaba entrando la familia. Se despidió de su jefe dando las indicaciones necesarias, y esperó a que despegara para entrar en el auto de vuelta al palacio.
Una vez llegó, notó que Azahara estaba lista y esperándolo. No sabía por qué, pero en medio de todas las situaciones que había pasado con el rey, la cercanía con Azahara, y la convivencia, su forma de verla, había cambiado significativamente.
Y no entendía el porqué, de cierta forma le incomodaba que ella siguiera aferrada un poco al pasado, pero se guardó sus pensamientos, y salió del auto para decirle.
—¿Lista? El jefe me ha dejado claro que busque una zona tranquila… —Azahara le sonrió, y de cierta forma a Mahir le gustaba esa sonrisa.
—No soy muy exigente… me gusta la tranquilidad, y algo cómodo.
Mahir le abrió la puerta, y la cerró cuand