Capítulo 17. Los descendientes de la bruja de Endor
Entre risas, bromas, peleas y gruñidos llegaron a la casa de la manada, los estaba esperando Grimm, quien había escuchado a través de los guerreros que había sucedido.
—¿Qué sucedió? —Interrogó el hombre apenas los vio llegar, se dio cuenta del pie de Lucía y volvió a interrogar acercándose a ella—. ¿Qué le pasó?
—Vengan, acuéstala por aquí —pidió mientras acostaban a la chica en una especie de consultorio que tenía el médico en la casa de la manda porque él vivía allí.
Enseguida Grimm comenzó a revisarle la herida.
—¿De parte de quien vino este ataque?
—Unos lobos la atacaron cuando estaba en el río —dijo Damon, mientras observaba al médico revisando la herida y sacando unos medicamentos y gasas para limpiarla, cada cierto tiempo lo veía fruncir el ceño.
—Esto no fue un ataque con una garra de lobo… nunca había visto una herida parecida a esta… da la impresión como si fueran dos garras en una, estas son afiladas, las de lo lobos no lo son y la mordida, son distintas…. Esto es mu