Algo se quebró dentro de Luna mientras observaba la sexagésima muerte, una barrera psicológica que había estado conteniéndola de acceder a las profundidades completas de su poder Alfa Lunar, un límite autoimpuesto que había existido porque parte de ella todavía se aferraba a la humanidad que estaba siendo erosionada sistemáticamente por cada trauma acumulado. Sintió el cambio visceralmente, como si algo fundamental en su naturaleza hubiera sido reescrito a nivel celular, sus instintos predatorios despertando completamente por primera vez desde que había recibido su poder hace años que parecían décadas en retrospectiva distorsionada.

Thorne estaba de pie en la plataforma de ejecución siguiente, sonriendo con satisfacción de traidor que había salvado su propia vida sacrificando las de sus compañeros prisioneros, su poder sobre emociones ha