Más gente se reúne bailando en el centro. Yo solo observo parada aferrándome al brazo de Dagan.
— ¿Brenna quieres que bailemos?
— No creo ser tan buena.
Dagan suelta un suspiro. No quiero decepcionarlo, ni muchos por una tontería. Música serena comienza a escucharse. Todos bailando al compás de las luces.
Hazlo, me digo.
— Vamos — dijo jalándolo del brazo.
— ¿En serio?
— Es música lenta, puedo hacerlo.
Dagan me toma de la cintura y yo le rodeó el cuello con mis manos. Ambos fluimos como si en verdad supiera bailar. Recargo mi cabeza en su pecho y puedo sentir su latido.
Tum, tum.
Las lucen brillan a nuestro alrededor, y podría decir que si no hubiera tenido momentos en que mi corazón se agitara a causa de River, estoy segura que este sería el momento más romántico que he tenido.
Hasta qué...
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