Por Denis.

Al día siguiente, Angy estrenó uno de los vestidos que le traje, por ahí no tenía que ver para la ocasión, pero me encanta que mi amiga del alma, dé siempre su toque.

Leonardo estaba refunfuñando porque Angy estuvo todo el día en casa.

Yo lo miré reprobando su actitud.

Es su hermana y es mi mejor amiga, no puede ser así.

-Estamos recién casados, quiero hacerte el amor todo el día y en todos los rincones de casa, con ella acá, no podemos.

Ok, en eso tiene razón, pero Angy estaba pasando un mal momento.

Se lo digo.

-No, solo es una caprichosa ¡Está enojada por algo que pasó hace 6 años!.

-No, el punto es otro.

-¡El punto es que estamos discutiendo y yo quiero hacerte el amor!

Es verdad, hace tres días que no lo hacemos…

Se acerca y me abraza, sus manos se deslizan por mi espalda, cuando llegan a mi cintura, suben hacía mis pechos.

Yo ya estoy jadeando, también extrañé su contacto.

Comienza a sacarme la ropa, la poca ropa que me había puesto, ya que aún no terminé de vestirme.