"¿Disculpe?" Alondra miró a Camila sin parpadear. Se sentía como si estuviera siendo apuntada con una pistola, completamente incapaz de objetar. La mente de Alondra se sentía vacía; no sabía qué más decirle a Camila.
"Esto es por el bien de Lola", continuó Camila.
Alondra negó con la cabeza reflejamente. "No. Lola y yo tenemos nuestras propias vidas, y de repente, se supone que debemos mudarnos a un lugar extraño. Necesito pensarlo".
"¿Un lugar extraño?" Camila parecía sorprendida. Se sentó junto a Alondra. "¿Por qué dices eso?"
Alondra bajó la cara, tratando de contener las lágrimas que la dejaban sin palabras. Camila suspiró suavem