Mundo ficciónIniciar sesiónMedianoche en punto.
La sala de guerra del Palacio de la Zarzuela estaba sumida en una oscuridad azulada, iluminada únicamente por los ocho monitores que transmitían feeds en vivo desde las cámaras de casco de cada soldado. Valeria estaba parada tan cerca de las pantallas que podía sentir el calor estático, sus manos aferradas al borde de la mesa de control. A su izquierda, Sebastián tenía los nudillos blancos sobre el respaldo de una silla. A su derecha, Enzo respiraba de manera controlada pero audible, su presión arterial todavía demasiado alta después de la cirugía.
—Equipo Alfa en posición —la voz del Capitán Vargas crepitó por los altavoces—. Punto de entrada dos confirmado. Ventana trasera sótano, sin resistencia visual







