Maldito el piensa que soy cualquier tipa, pues se equivocó porque esta vez me jodio la vida y se la jodere igual, no le mostrare mi parte mala, no aún no.
Cuando llegó a casa lo primero que hago es entrar a mi cuarto y azotar la puerta con tanta fuerza que chilla escandalosamente. Observo a mi perrita mover la cola, sus ojos azul cielo me observan, me acerco y la acaricio suavemente.
—¿Sabes lo que me sucedió el día de hoy?—Suspiro negando seguro no me entenderá. Me levanto del suelo camino junto a la gran ventana y aprecio el paisaj