252. Reunión con el Alfa Supremo
Ravenna
Pasaron minutos mientras permanecíamos abrazados, sintiendo el peso de la angustia sobre nosotros. No había otra opción, necesitaba ser fuerte para encontrarla, tenía que mantenerme en pie. Ya pasaban de las diez cuando nos llamaron para la reunión.
El salón era imponente, con una gran mesa redonda en el centro, rodeada de sillas de madera tallada. Cada Alfa y Luna de los estados estaba presente, con expresiones serias y vigilantes. Las luces suaves de los candelabros proyectaban sombras danzantes en las paredes, añadiendo un aire casi ceremonial a la atmósfera.
Ragnar, el Alfa Supremo, estaba sentado en la cabecera, su presencia dominando el espacio. Su mirada fría y calculadora recorrió la sala mientras nos acomodábamos. Sentí a Benjamin apretar discretamente mi mano, un gesto silencioso de apoyo.
“Alfas, Lunas, sean bienvenidos,” comenzó Ragnar, su voz fuerte y resonante. “Estamos aquí para tratar asuntos de extrema importancia. Nuestros hermanos del Sur han sufrido demasia