Llegamos en 20 minutos a la residencia y en silencio entramos a la casa yendo rápidamente a la habitación.
Kerem cierra la puerta y yo giro en su dirección.
—¿Qué pasó con tus padres y Cris?
—Mis papás estaban cansados y se retiraron mucho antes. Christopher se fue con una amiga una hora después.
Coloca su reloj en la mesa y desabrocha su camisa.
—¿Dormirás aquí? —pregunto.
—Por supuesto, yo te lo dije —su mirada es penetrante y sería.
—¿Y en qué parte dormirás? —examino alarmada.
Sus manos están desabrochando los puños de su camisa y con el dedo me señala en dirección a la cama de la habitación.
—En esa cama.
—Pero… ¿Cómo? Entonce