Capítulo 38

Judith

—¿James? Por favor, respóndeme. Me va a dar un ataque al corazón. ¡James!

Camino desesperada por la calle. La angustia me consume. Si James no sobrevive, Mía jamás me lo perdonará. Me entrometí donde no debía y ahora pago el precio. El aire me falta, la desesperación me asfixia. ¡Lo he matado!

De repente, la puerta del club se abre con fuerza y Max aparece.

—¿Qué diablos crees que estás haciendo? ¡Llevo esperándote media hora! Si cambiaste de opinión, podrías haber sido honesta, no necesitas inventar excusas y huir. Me siento un idiota esperándote.

—Max, cállate un momento. Ahora te explico —digo, sujetándole la mano para evitar que se aleje. A pesar de sus esfuerzos por liberarse, no lo consigue.

¡Maldición! En este instante, debería estar revolcándome con Max, pero por mi culpa, James ha tenido un accidente. No debí haberle dicho a James que Mía estaba acompañada de otro hombre.

—¡James! ¿Dónde estás? ¡James, responde joder!

—Jud, ¿qué sucede?

—Max, he matado a James —confi
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