La rueda de prensa
El doctor Harris subió al podio una vez que la sala finalmente se calmó. Con su habitual sonrisa abierta y amigable, el joven médico —que ya había ascendido a la posición más alta del hospital— carraspeó y dejó que su mirada cálida recorriera el salón.
Los obturadores de las cámaras no paraban de disparar, captando cada uno de sus gestos.
—Muchas gracias a todos los periodistas que aceptaron nuestra invitación y esperaron fuera del hospital desde la mañana. Espero que hayan disfrutado los refrigerios que preparamos.
La sala soltó una risa; la tensión se alivió un poco.
—Seguramente ya han conseguido bastante noticia hoy, ¿no? —bromeó de nuevo, provocando más risas.
‘Pero no la noticia principal’, pensaron todos entre sus risas.
—Pues bien, como director del hospital, procedo a darles la información que todos han estado esperando.
El doctor Harris abrió la carpeta frente a él y sonrió de nuevo ante los rostros tensos que lo miraban.
—Relajen esas expresiones rígidas,