1/ Agente Holmström p2

La DOE es abastecida con dos microchips, uno se encarga de definir y perfeccionar tus habilidades, el cual es el que estoy usando yo ahora. El que me pusieron para ir a la misión que acabo de concluir con éxito. Básicamente se encarga de hacerte aprender en cuestión de segundos todo lo necesario para desenvolverte en la misión. Mi hermana, Seyra, sabe español, pero yo no, y como mi encargo era capturar a uno de los cabecillas de los trece cárteles mexicanos y allá hablan español, tuvieron que colocarme el chip, el cual ya el equipo de expertos en el área de cómputo junto con los científicos adecuados habían preparado y estructurado para m; por ende, una vez con él puesto, ya sabía hablar, no solo español, sino que también tenía el típico acento de ese país. 

El otro chip tiene la función de adueñarse de tu sistema, de tu consciencia, tu mente, todo tu ser, tú. Te conviertes en alguien que no eres, metiéndote tanto en el personaje que te olvidas de que eres tú. Ya cuando regresas en sí, te das cuenta de que lo recuerdas todo, absolutamente todo, pero no sientes nada. No te afecta lo que sea que haya ocurrido en la misión a la que fuiste debido a que tu cerebro crea una gran capa protectora donde te hace creer que lo vivió alguien más, no tú. 

Así es siempre, porque ellos se encargan de que así lo sea antes de partir a cada trabajo que nos toca. La DOE no deja cabos sueltos y es la única organización secreta de las seis que hay en este mundo, que se encarga de separar lo personal con lo laboral. Nos someten a una serie de pruebas antes de enviarnos a hacer algún encargo y luego de haber terminado esa encomienda. Hasta ahora no ha habido fallos, los resultados son complejos y completos, nada se ha salido de control.

Pero, hay que tener en cuenta de que la pérdida de consciencia y el olvidar o no sentir nada cuando acabe la misión solo ocurre si se usa ese segundo chip, con el primer chip eres muy consciente y susceptible a quedar expuesto a todo tipo de emociones que debes controlar por ti mismo. Lo único de lo que se encarga es de ampliar, mejorar y fortalecer tus habilidades, incluso las que no tienes, y es justo el que me habían colocado.

Estos chips son irrastreables, pues su propósito no es con fines expiatorios.

Al entrar al área de laboratorios me acuestan en una camilla y me comienzan a suministrar un suero y a quitar el microchip del centro de la plantilla de mi pie izquierdo donde siempre la colocan.

{-}

—Hace una hora me llamó Erick —es lo primero que dice Seyra en cuanto me ve llegar —. Me contó que se casarían.

—Por lo menos salúdame, dime que me extrañaste —ironizo.

—No estoy para tus mierdas —aclara.

—Eres tan defectuosa, digo afectuosa —bromeo y la veo bufar y removerse en el mueble donde se encuentra sentada con miles de hojas esparcidas a su alrededor mientras busca algo —. ¿Todo bien?

—Mañana debo irme, me asignaron un caso.

—¿Es hombre? ¿Guapo?, porque el imbécil que me asignaron era un viejo intrépido que no paraba de morbosearme.

—Asqueroso —arruga su nariz en repulsión mientras toma una carpeta amarilla y hace anotaciones.

—Últimamente no nos tocan misiones juntas, es como si...

—Como si lo hicieran a propósito —concluye ella por mí, como casi siempre.

—¿De verdad lo crees?

—Hoy mamá me volvió a contar la historia... —ella posa sus ojos azules idénticos a los míos en mí —. Otra vez contó algo que antes no nos habían dicho y cambió algunas cosas del relato.

—Mamá está mal, perdió la memoria en la última misión que tuvo —trato de hacerla entrar en razón —. Es obvio que va a decir incoherencias.

—No son incoherencias y no perdió la memoria, solo desvaría de vez en cuando...

—¿Cómo lo sabes? —ella simplemente traga saliva con fuerza antes de suspirar y volver a lo suyo. 

Podrán pasar todos los años del mundo, pero jamás me dejaré de asombrar por el parecido de ambas. 

—¿Qué es lo que buscas con exactitud? —pregunto, dejando mis cosas sobre la mesa y acercándome a ella y revisando los archivos que tiene cerca.

—Debilidades, necesito debilidades. El hombre es un maldito al que le gusta ver en vivo y en directo como otras personas tienen sexo, pero él no lo hace con cualquiera. Es muy desconfiado y difícil de impresionar, justo lo que necesito que suceda. Necesito impresionarlo, que se deslumbre conmigo o con alguna cosa que yo haga. 

Abro otra carpeta y miro el nombre del país al que mi hermana irá.

—Joder... ¿La Mafia Albanesa? ¿Irás a Albania? —pregunto lo obvio y supongo que por eso no responde —. ¿Por qué no nos asignaron esto a las dos? Es una oportunidad de oro para...

—No te preocupes —ella me mira con complicidad —. Te mantendré al tanto de la misión para que tomes medidas desde aquí si algo me pasa...

Extrañaba tanto sus palabras claves.

—¿Cuál es su nombre y tu misión? —cambio de tema, la DOE tiene a todos sus agentes monitoreados y saben todo lo que hablan, hacen o donde se encuentran. Es espeluznante, ya que no sabemos cómo logran infiltrarse en la vida de nosotros.

—Básicamente hacer lo mismo que hiciste tú con Donovo —se encoge de hombros y me pasa la carpeta de color rojo —. Aquí están sus datos.

Al abrirla, lo primera que aparece en grande es la imagen de un hombre que bien podría ser digno de fotografías impresas en las revistas más importantes del mundo.

Datos: 

Nombre: Ecain Akerson.

Edad: 29 años.

Nacionalidad: Albanés.

Pareja: Geisha Çela

Me es inevitable no leer la reseña: —Jefe de la Mafia Albanesa especializada principalmente en el tráfico de joyas preciosas y reliquias de todo tipo. Tiene nexos en el Bajo Mundo y es el principal distribuidor de las drogas de otros mafiosos a cualquier rincón del mundo —¿Bajo mundo? frunzo el ceño extrañada, pero no le doy importancia cuando caigo en cuenta de que este es el pez gordo que mi hermana necesita para ser jefe principal. Doy un silbido que llama la atención de Seyra —. Si atrapas a este y lo haces darte el nombre de todos los mafiosos a los que les trafica, tú, querida hermana, serás grande.

—Solo lo encarcelaré y los demás que se encarguen de sacarle los nombres necesarios para que en este mísero mundo dejen de haber escorias..., o que las hayan, pero en pocas cantidades. Son como cucarachas que por más que las extermines siempre aparecen o queda alguna viva y se vuelve a reproducir. Es un círculo que nunca acaba.

—Sí, antes de que lo entregues, solo quería decirte... —hago una pausa dramática —, fóllatelo por mí —ella rueda sus ojos y sigue buscando lo que sea que está buscando en esas carpetas.

—¡Lo tengo! —una sonrisa traviesa y maliciosa se asoma en sus labios —Ecain Akerson, voy por ti.

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