Por Ivana
Willy llegó en 40 minutos, vino con Fernando.
Cuando llegaron, me saludó con un beso fogoso en la boca y fue a ver a Catalina.
-No la despiertes, que recién se durmió.
Le pido, porque la suele alzar aunque esté dormida y el resultado, la mayoría de las veces es que Catalina termina despertándose.
-Quiero ver a mi sobrina.
Dice Fernando.
-No la despierten, el sábado queremos hacer una reunión para informar algo y ahí te dejo alzarla... 5 minutos.
Le cuento a Fernando.
Nos reímos.
-¿Estás embarazada otra vez?
Me pregunta, mirándome la panza.
-No...
Lo digo riéndome.
Luego me puse seria, la chica temblaba de miedo, sabía quién era Fernando.
Ví como miró a Willy de reojo, eso no me gustó.
-Willy, esta no es tu firma.
Lo digo con mucha seguridad.
Mira el documento.
-No, no lo es.
-Ella dijo que preparó éste informe.
Le cuenta Ludmila a Fernando.
-No es mi firma.
Insiste el padre de mi beba.
-Me tengo que ir.
Nuestra empleada intentó levantarse, antes miró a mi hombre.
Yo creo q