Capítulo 9. ¿Bailamos?
AZUL
Mi loba reacciona ante él.
De seguro está aquí en representación de su padre, nuestro alfa; sé por Daniela que no se encuentra bien de salud y en ceremonias tradicionales como esta se agradece que el alfa se presente y de su aprobación a la pareja (es solo como muestra de respeto).
Nuestras miradas se cruzan y sin dudarlo se acerca a mí.
Es tan jodidamente perfecto.
Se frena un poco cuando quedamos frente a frente y su mirada se pasea por mi cuerpo de la cabeza a los pies. Me hace sentir desnuda y lejos de molestarme, me gusta. Un escalofrío recorre mi espina dorsal haciéndome estremecer.
—Estás bellísima. —Me dice sin saludarme antes.
—Gracias, tú te ves muy bien —digo simplemente, aunque no le hago justicia.
Lo sorprendo acercándome a darle un beso en la mejilla justo como él lo hizo la noche anterior. La diferencia de estatura me lo dificulta un poco y necesito sujetarme de su pecho para alcanzarlo.
«Debí usar los tacones más altos»
—Hola, Daniela, estás muy guapa —saluda a m