Cap 25

He de decir que tuve una suerte tremenda, cuando salí de casa de Marcos un taxi iba pasando así que lo tomé, le dí mi dirección y llamé a Deimon, no tengo a quién más acudir.

-Qué cuentas enana- me dice con voz alegre, yo no aguanté más y empecé a llorar.

-Luna, qué te pasa- me dice con voz seria y preocupada.

-Creo que rompí con Marcos- dije a puras pena debido al nudo en mi garganta.

Deimon al escuchar eso y notar como estaba me hizo darle su dirección al taxi. Estuvo todo el camino tratando de consolarme, diciéndome que no llorase más y que me calmara. Ya cuando faltaban unos veinte minutos más menos para llegar a su casa colgó. Yo estaba mejor, mucho mejor, ya no lloraba desconsoladamente pero igual, estaba que quería morir.

Llegué a casa de Deimon y él me estaba esperando en la puerta, cuando me vio abrió sus brazos y yo como niña pequeña corrí hacia ellos, dando continu