Yo me quedé llorando en la calle afuera de casa de mi abuela y después de mucho rato, salió Agustín a ver que pasaba.
- Ana Laura, ¿todo bien?
- Se acabó, todo se acabó, Marco Antonio, no quiere saber más de mí.- Ana Laura, es lógico que eso iba a acabar, por favor calmate, te hará daño.- Trato Agustín, pero yo no puedo.Agustín me abrazó con mucha ternura y con ganas de calmarme, no sé cuanto tiempo estuvimos así y después le comente a Agustín que no quería entrar de nuevo a casa de mis abuelos.
- Primo, no quiero entrar ya, mi abuela me seguirá regañando.
- Está bien prima, entiendo, le diré a Leo entonces para llevarlos a su depa.- Gracias primo.- No hay de que prima.Agustín fue por Leo y nos llevo al depa.
- Bueno prima, hasta mañana, nos vemos Leo.
- Hasta mañana, primo y gracias por todo.- No hay de que prima, siempre estaré para ti.- Gracias primo, no sé como agradecerte.- Siendo feliz prima, así me agradeces