Capítulo 7 Estoy cansada de ser fuerte

Estaba agotada por el entrenamiento y mi plática con Elena, me recosté en mi cama y me quedé dormida, pero mis sueños me llevaron a recordar lo que había pasado hace 4 años.

FLASHBACK HACE CUATRO AÑOS

Me había levantado temprano como cada mañana y antes de ir a mi entrenamiento, solía correr hasta el lago en mi loba Kayla, le encanta sentir el aire en su pelaje y a mí la tranquilidad de estar en el lago y meditar.

Cuando estaba en el lago decidí nadar y me regrese a mi forma humana, al estar nadando sentí una presencia una mirada que me dio escalofríos, nade hasta la orilla y cuando estaba a punto de tomar mi ropa lo vi.

Julius el hijo del alfa Benson estaba parado frente a mí, mirándome de pies a cabeza de una maneja lujuriosa, mi desnudez que era algo natural para mí, él lo estaba convirtiendo en algo sexual y no me gusto la manera en la que me miraba.

Pero no iba a permitir que me viera temerosa y me porté firme ante él, “¿Qué haces aquí, no puedes estar en nuestro territorio sin permiso de mi alfa?” le dije de manera firme.

“Y no lo estaré por mucho tiempo, solo vine por ti para llevarte a mi clan y que seas mi mate” dijo sonriendo de una manera que me daba miedo.

“Estas loco, si crees que voy a aceptar esa locura y mi padre jamás lo permitiría” le dije gritándole decidida, “mi respuesta a tu propuesta es y siempre seguirá siendo un rotundo no Julius”.

“Esperaré a mi mate y ni tú ni nadie me hará cambiar mi decisión”. Le dije decidida.

“Para cuando tu mate llegue a tu vida, tú ya serás mía” dijo Julius mientras daba un paso más acercándose a mí,

“Aléjate de mí, no te atrevas a tocarme” le dije gritando y dando un paso hacia atrás para evitar que me tocara.

“No hay nadie cerca Aly, estamos solos y nadie va a impedir que tome lo que es mío”.

“Yo no soy tuya y nunca lo seré” le dije afirmando que jamás me entregaría a él.

“Eso lo veremos” dijo Julius y antes de que terminara de decir esas palabras, se lanzó sobre mi tirándome al suelo, comenzó a tocarme y pude sentir como sus manos recorrían mi cuerpo.

Trate de pelear, pero él era más fuerte y el miedo se estaba apoderando de mí, grite con todas mis fuerzas cuando sentí sus caninos en mi cuello y estaba a punto de marcarme como suya.

Pero en ese momento llego mi hermano Iván y sujetando a Julius lo lanzo contra un árbol, me ayudo a levantarme y me empujo atrás de él, para protegerme.

“No te atrevas a dar un paso más o te juro que te mato” dijo Iván con fuerza utilizando su voz de beta, que jamás le había escuchado.

“Soy un futuro alfa, crees que puedes mandarme, piénsalo bien” dijo Julius a punto de lanzarse contra mi hermano, cuando mi padre apareció acompañado de nuestro alfa Dante.

“Julius espero que tengas una buena excusa, para justificar tu presencia en mi territorio sin mi permiso” dijo alfa Dante, mirándolo y con su voz de mando.

“No necesito una excusa para ver a mi mate” dijo Julius.

“Te dejé muy claro, que no te quería ver cerca de mi hija ni a ti ni a tu padre” dijo mi padre furioso, por ver en el estado en el que me encontraba.

Mi hermano me cubrió con una camisa que estaba en un árbol y me abrazo protegiéndome, sin dejar que Julius se acercara a mí.

“Hemos firmado un acuerdo con tu padre y tú estas rompiendo ese tratado” dijo nuestro alfa, “deberías considerar lo que tu padre puede perder si decido que eres un enemigo para mi clan”. dijo Alfa Dante.

“Mi padre acepto, yo jamás estuve de acuerdo en esa decisión, dejé muy claro mis intenciones con Alania”.

“Y yo te deje muy claro que jamás seré tu mate, primero muerta” le dije firme, ahora que me sentía protegida por mi familia.

“Ya la escuchaste, tu presencia no es bien recibida en mi clan, no me hagas sacarte con mis propias manos y evita una vergüenza más a tu padre” dijo alfa Dante.

“Algún día mi padre dejaré de ser el alfa y tomaré el lugar que por derecho me corresponde, y cuando ese día llegue Alania tú serás mi luna y nadie va a impedir que reclame lo que es mío” dijo Julius mientras se retiraba.

“Allen, no podemos esperar más tiempo, ella tiene que irse ahora mismo” dijo mi alfa.

“¿Irme a dónde?, ¿de qué están hablando papa?” dije mirando a mi padre esperando una respuesta.

“No puedes quedarte aquí hija, estarías en peligro, a pesar de tus habilidades aún eres muy pequeña para entender cómo funcionan las cosas, estarás bajo la protección de tu tío Iker, él ya te está esperando en su clan”.

“No quiero irme, no quiero separarme de ti y de Iván” dije con lágrimas en mis ojos.

“Nosotros tampoco queremos que te vayas Aly, pero es lo mejor” dijo Iván.

“¿Cuándo podre regresar a casa?” le pregunte.

“Estarás con tu tío hasta que cumplas los 18 años, cuando estés en edad de encontrar a tu mate y seas más fuerte “.

“Papa no me hagas esto, por favor” le dije llorando.

“Tienes que ser fuerte Alania, tienes que ser la mujer que espero que seas, no es momento para llorar, eres mi hija y te crie mejor que eso, harás lo que ordene y ni una palabra más” dijo mi padre con firmeza.

“Si padre” le conteste bajando mi cabeza haciendo una reverencia de respeto.

TERMINA FLASHBACK

Desperté sudando y gritando de miedo, después de recordar en mis sueños lo que había pasado hace cuatro años, me senté en mi cama y traté de recobrar mi respiración.

Cerré mis ojos y traté de relajarme, “Ya no tengo 14 años y soy mucho más experimentada que ese entonces, Julius no puede lastimarme ahora y si lo intentara no dudaría en arrancarle la cabeza en un segundo” pensé decidida a no dejarme intimidar por ese sueño.

Me di un baño y me cambié de ropa, decidí bajar un rato y distraerme en el área común, al bajar me encontré con Iván y Sebastián que estaban jugando billar en el área de juegos.

“¿Dónde has estado?, Lexie ha estado buscándote” me comento Iván.

“Te veo algo cansada, ¿te pasa algo Aly?” dijo Sebastián mirándome.

“Estaba en mi cuarto un poco cansada y me quede dormida” le conteste “pero hubiera preferido no haberlo hecho”.

“No eres algo grande, para haber tenido pesadillas” dijo Iván riéndose.

“A veces las pesadillas solo son recuerdos del pasado, que a veces quisieras no haber vivido” dije mientras mi hermano se me quedaba viendo con un semblante serio, él sabía perfectamente de que estaba hablando.

“¿Sigues teniendo esas pesadillas todavía?” me pregunto Iván.

“Ya no, pero esta es la primera vez que vuelvo a tenerlas” le dije seriamente tratando de mostrar una sonrisa fingida.

“¿Por qué me siento fuera de lugar?, ¿de qué están hablando que desconozco el tema?” dijo Sebastián.

“De nada importante que necesites saber, es un asunto de familiar” dijo Iván mirando a Sebastián.

Sebastián me miro e Iván camino hacía  mí, tomándome del brazo y dirigiéndome fuera del cuarto de juegos, “Estás bien, ¿quieres que hablemos?”.

“No, solo necesito distraerme, creo que iré a correr en mi loba, hace mucho que no la dejo salir y está bastante ansiosa, estaré bien no te preocupes por mí, ya no soy una niña recuerdas” le dije sonriendo.

“Para mí siempre serás mi pequeña hermana, que necesita mi protección” dijo mientras me daba un beso en mi frente.

Me transforme en mi loba y corrí hacia el bosque, dejando que el viento cubriera mi pelaje necesitaba sentirme libre, lo necesitaba más que nunca.

Ese sueño despertó en mí ese miedo, que pensé que jamás volvería a sentir y me rehusaba a ser una víctima de nuevo, llegue al lago y me regrese a mi forma humana.

Tomé una camisa de tantas que dejamos en los árboles y me senté en la orilla del lago, no me di cuenta cuando las lágrimas empezaron a caer en mi rostro y comencé a llorar desconsolada, cansada de ser la Aly fuerte que nada puede destrozarla.

Por un momento sentí que era esa jovencita de hace 4 años, cuando de repente sentí una mano acariciar mi mejilla y limpiar mis lágrimas.

“No puedo verte llorar, me parte el alma verte así” dijo Hansen, mientras se acercaba a mí lentamente y fue en ese instante, que perdí el control y me lancé a sus brazos dejando que me abrazara.

Necesitaba sentirme protegida y solo él, mi mate podría hacerme sentir eso, Hansen respiro en mi cabello y coloco sus manos a los lados de mi rostro, y sus labios tocaron los míos.

Me sentí viva cuando mi cuerpo rozaba el suyo, cuidadosamente me recostó en el suelo, dejando que mi espalda bajara lentamente, comenzó a besarme y yo correspondí ese beso, quería perderme en sus caricias.

Ya no podía más, no quería seguir evitando esta atracción entre nosotros y este sentimiento que nos unía, él era mi mate y tenía derecho a saberlo, esto era lo que ambos sentíamos y estaba dispuesta a darle tomo mi ser en este momento.

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