“Algo está pasando y tendrás que contármelo” dijo Sebastián acercándose a mí, “Pero después, deja la maleta solo toma una mochila y agarra lo más importante”.

“¿De qué hablas?”.

“Huyamos juntos, prometo protegerte confía en mi” dijo Sebastián tomando mi mano.

“Está bien huiré contigo y que la diosa de la luna nos ayude”.

 “Perfecto no te vas a arrepentir, voy a ayudarte nadie pensara que estás conmigo y prácticamente Hansen ya me corrió de aquí, así que no sospechara de mi ausencia, cuando se dé cuenta de que huiste’.

“Estas seguro, no quiero meterte en problemas, por mi culpa”.

“Estas loca, no te voy a dejar sola y que huyas sin saber a dónde, eso sí es una estupidez, no tardes en lo que estas lista, iré por mi carro y te veo en la parte de atrás de la casa” dijo Sebastián.

Me acerqué a él antes de que se fuera le di un abrazo y un beso en la mejilla, “Gracias” le dije con sinceridad desde el fondo de mi co