Los primeros rayos comienzan entra por la ventana y un toque desesperado hace que Mateo abandone y la comodidad de su cama para abrir la puerta, quizá si fuera otro lo habría ignorado fácilmente pero la persona que lo procuraba era nada más y nada menos que Max, al salir cierra la puerta para evitar que viera a Micaila la cual se encontraba completamente desnuda solamente cubierta por un edredón 

-Ellos están aquí-informa Max 

-ellos- dijo el Alfa un poco desubicado

-los miembros del Consejo 

-llegaron más rápido de lo que pensé ofrézcanle todo lo que necesiten nos reuniremos en una hora 

-si Alfa- hace una leve reverencia antes de marcharse

Mateo entra en la habitación, caminando directamente hacia donde descansa su mate con una tranquilidad envidiable, desplaza el edredón un poco más arriba y en un arrullo deposita un casto