Luego de ver pasar la vida frente a sus ojos en tan solo fracciones de segundos, ser amenazado por el propio Jared Yenovi y sufrir en carne propia la presión la Reina Sedetti, Liam pensó que su día no podía ir a peor. Necesitaba un trago, uno bien fuerte que le ayudara a lidiar con toda la adrenalina y de paso aceptar su nueva realidad, a fin de cuantas era incapaz de decidir cuál sería su peor verdugo el Rey o la Reina ¿Cuál de los dos más cruel?.
Y ahí estaba, sentado en un taburete recostado a la cantina. Como necesitaba tranquilidad había reservado el bar por el resto de la noche y antes de darse cuenta ya se encontraba bebiendo el cuarto vaso de whisky completamente perdido en sus pensamientos, mientras buscaba la mejor forma de salir ileso y victorioso, debatiéndose entre conseguir el favor de Jared o continuar como el peón de la Reina
-Señor- Liam levanta la mirada para ver al camarero sostener una costosa botella de vino color ámbar acompañado de un diseño a relieve bastant