-RESTAURANTE LE MIRAGE-
Pablo se acercó al odio de Claudia y susurró: te ves hermosa.
Esas tres palabras al oído, estando tan cerca que podía sentir su respiración y su aliento mentolado hicieron que todo el cuerpo de Claudia se encendiera con la misma llama de la noche anterior, fuego que llegó hasta sus mejillas y no pudieron evitar enrojecerse como un tomate.
-Tu también- respondió Claudia tratando de mantener la compostura.
Pablo había preparado una cena VIP, degustación de todos los platos del menú, postres de cualquier tipo y vino ilimitado. Una cita digna de una reina.
Pasaron horas hablando, comiendo, riendo; la compañía del otro se sentía tan natural, eran como almas gemelas que ya estuvieron juntas en otra vida.
Cuando terminó la cena, Pablo buscó el abrigo de Claudia y la ayudó a ponérselo, era todo un caballero. Habían pasado la noche perfecta, Claudia sentía las mariposas en su estómago bailando sin parar.
Cuando llegaron al elevador, Claudia vio la intenció