—Si, señorita, iré de inmediato.
—Oye, detente ahí, ¡acaso no sabes quién soy! — vocifero la recién llegada
—Señorita, Lamas. Disculpe, pero la niña tiene una emergencia, debo ir a llamar al médico.
—No te muevas, o le diré a Valentino que te despida.
Clara se quedó en una pieza, no sabía qué hacer, estaba asustada de perder su empleo, pero ella también tenía una pequeña hermana, y no le gustaría que nadie le ayudara si estaba en problemas.
—Lo siento —dijo y corrió en busca del médico.
La mujer se quedó histérica mientras sacaba su celular y procedía a realizar una llamada.
—Valentino, estoy en tu empresa, acaba de ocurrir una desgracia, tienes que venir de inmediato a solucionarlo. —hablo mientras sollozaba, Luana la miraba con rabia contenida, mientras Nicolás sopesaba la situación, sabía que alguien se iba a meter en un serio problema.
—¿Dónde estás?
—Estoy en el piso veinte
—Que haces ahí, sabes que no debes ir a ese piso.
—Es que no te encontré en tu oficina y me dijeron que ven