-Buenas tardes Martí.
Le respondo con algo de tristeza en la voz.
-Vamos al despacho, tenemos que hablar.
Dice Dylan mientras se dirige al despacho y Martí lo sigue.
-Compermiso.
Dice el último al pasar junto al sillón donde estoy sentada, a lo que respondo con un asentimiento.
-Niña necesitas algo?
-No Mary, gracias.
Le respondo y ella se va a la cocina, desde donde estoy no puedo escuchar nada más que murmullos dentro del despacho y la verdad es que me muero por saber de que están hablando y más si no dejo de pensar que tiene que ver conmigo.
Muy despacio me voy poniendo de pie y me acerco a la puerta intentado hacer el mínimo ruido posible, no quiero que nadie se de cuenta que estoy tratando de escuchar su conversación.
-Era obvio que él se enteraría que regresaste para estar con ella.
-Pero eso a él no le importa, esos negocios no tienen nada que ver con él y estoy cumpliendo mi parte del trato en lo otro.
-