80 - Vuelve a mí, pequeña...
Maximiliam tomó la mano de su esposa con delicadeza, pero su mirada estaba fija en la mancha rojiza que se extendía por su muñeca. Su ceño se frunció mientras el tono enrojecido comenzaba a oscurecerse, revelando lo que sin duda era un golpe reciente.
— ¿Quién lo hizo? — preguntó con una frialdad que heló el aire.
Su voz era baja, casi susurrante, pero contenía una amenaza inminente. A su alrededor, el ambiente en la habitación se tensó. Liz, que había permanecido en silencio en un rincón, sintió cómo el temor se apoderaba de su cuerpo. Conocía a Maximiliam lo suficiente como para saber lo que esa pregunta significaba. Había escuchado rumores, algunos apenas susurrados, sobre lo que le había hecho a su ex prometida cuando ella lo traicionó. Y aunque esos rumores siempre eran escabrosos, Liz nunca había tenido dudas de su autenticidad.
El miedo la paralizó, su cuerpo temblando mientras intentaba parecer invisible. Se mantuvo quieta, conteniendo la respiración, mientras Brianna parecía n