Cuando tocan la puerta, mi corazón se detiene, había jodidamente bajado la guardia, alguien había conseguido llegar hasta la cabaña sin que lo notara, incluso si alguien se había molestado en tocar, era un descuido que podría costarnos la vida
— escóndete en el baño — digo a Adeline, ella no lo piensa dos veces antes de correr hacia el baño y cerrar la puerta.
— Sé que estás dentro, Anthony — doy y respingo al reconocer la voz ¿era una jodida broma? Tomo el arma...solo por si acaso, al a