Era un lugar muy confuso, el limbo en el que él y Belinda maniobraban. Pero incluso si Edmond hacía caso omiso, los sentimientos durante la vida real se lo recordaban.
Primero fue Denise en el supermercado, y después la madre de Taylor cuando Edmond fue a recoger a Anthony en la escuela esa tarde. Desafortunadamente, o por suerte, Edmond no estaba tan seguro, esto último pasó delante de Belinda.
El aula de la guardería era un mar de movimiento, mientras los padres abrigaban a sus hijos antes de llevarlos a fuera al tiempo casi comparable a un monzón con el aguacero de la tarde. Belinda está ocupada, padre tras padre le hacían distintas preguntas, pero no estaba tan ocupada como para no dedicarle una rápida sonrisa a Edmond como saludo mientras que, discretamente, él se acercaba a ella.
Estaba a punto de alcanzarla cuando la madre de Taylor le interceptó.
—Edmond, hola.— Su tono cortante y la forma en que ella lo observaba dejaron claro que ella no quería simplemente ofrecerle un s