POV: CALLIE
Definitivamente, él no era Dante, no había manera de que lo fuera. Este hombre frente a mí, aunque poseía un aura poderosa y peligrosa, no parecía cruel como mi “prometido”.
Mi corazón latía intensamente. Estar a su lado parecía aliviar tanto los dolores físicos como los emocionales. El miedo daba paso a nuevas sensaciones, palpitaciones en puntos inesperados. Un deseo creciente ardía en mi interior, la necesidad de ser suya resonaba en mi mente.
— Hazme tu destino… — Susurré entregada, recibiendo su hermosa sonrisa antes de un beso profundo, exigente e intenso.
Él me recostó en el suelo, deteniéndose un momento en mi rostro, analizándolo con una amplia sonrisa, besando mis mejillas, mi barbilla, mi frente y mi boca, rozando su nariz con la mía.