POV: MAEVE
Mi madre era increíblemente ágil, algo que siempre me dejaba impresionada. Intentaba, en vano, alcanzarla durante la carrera, pero simplemente desaparecía entre los árboles, dejando solo su voz como guía.
— Afina tus instintos, Lobita. Siente la vibración del suelo, filtra los diferentes aromas e intenta identificar dónde estoy — me instruía con sabiduría.
— Mamá, aquí todo huele a musgo y lodo — respondí, frunciendo la nariz y estornudando un par de veces.
— ¿Quieres ser fuerte o no? — cuestionó con un tono más severo. Me estremecí ligeramente al escuchar su tono.
— Claro que quiero ser fuerte… — murmuré, molesta, cerrando los ojos.
Me concentré en escuchar las hojas de los ár