Narra Leah ♥
—Vamos Leah, entra.
—Contigo no voy a ninguna parte.
Santiago rio y negó.
—Leah —su voz era suave y serena —, si no entras, te obligaré a hacerlo
Entre en alerta y mi instinto fue correr cuando me di la espalda para iniciar mi huida, él me alcanzo y paso sus brazos por mi abdomen arrastrándome pese a mis golpes y paradas hacia dentro del ascensor. Cuando pude soltarme el de una patada apretó el botón y antes de que las puertas se cerraran
—Maldición
—Ahora usas palabras inadecuadas
—Pudrete
Santiago rio y yo quería llorar, y si me mataba de una vez, después de todo era su misión, encargarse de que yo no ocupara el cargo.