A través de mi ventana observaba la fría noche y como las gotas de lluvia recorrían el vidrio empañado de mi ventana. El destello de los rayos y el sonido de los truenos son episodios que disfruto ver y escuchar, aunque traen a mi mente un triste recuerdo.
Dibuje con mi dedo índice un circulo y en su interior una carita triste.
― ¡Leah! ¡Puedes bajar un momento a la sala! ― Dijo Madison desde la cocina ―. ¡Ha llegado alguien a quien deseo que conozcas!
A quien se le ocurre visitar una casa a estas horas en una noche lluviosa probablemente se trata de alguien que no tiene nada que hacer… ¿por qué pienso así?... también puede tratarse de alguien a quien la lluvia le ha impedido llegar a su destino.
― ¡Leah! ¡No seas maleducada y apresúrate! ― Madison elevo el tono ―.
― ¡Voy enseguida! ¡Estoy buscando mis sandalias! ― Contesté mientras pasaba mi mano por la ventana empañada para borrar la carita triste.
El sentimiento de arrepentimiento, el saber que pudimos evitar un problema o algo may