En la ciudad de Floroastra, pero un día amaneció hermoso. Y como siempre, Tamir se despierta con un delicioso olor a desayuno, donde con una hermosa sonrisa en su rostro y sin saber por qué, se despierta muy feliz. Acostada en la cama, mira al techo, meditando cómo va a ser su día, y decide hacer algunos pequeños cambios en su rutina, el primero de ellos es su tono de llamada.
- Han pasado años desde que salí de esa sincronización estándar. – comenta Tamir
- Es hora de romper con esta rutina sedentaria.
- Los tonos de llamada del teléfono celular también deben cambiarse.
- Sin mencionar la contraseña de bloqueo.
- Ya sabes lo que voy a cambiar y todo.
- Comenzando con esta foto de la pantalla de bloqueo.
Tamir va a su galería de fotos y busca una que sea pulcra y bonita, pero luego se da cuenta de que no tiene ninguna de esas características. O mejor dicho, que las fotos que tiene, son de la época de su boda, poniendo cara de lo descuidada y desaliñada que estaba con su apariencia.
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