Se quedó observando unos segundos más, ninguno de los descarados se había dado cuenta de su presencia, entretenidos en el acto sexual. Respiró profundo, contó hasta diez y habló aplaudiendo:
—¡Bravo! ¡Qué buena actriz has sido a lo largo de estos más de seis años! Y me pregunto ¿desde cuándo me estás viendo la cara? — interrogó fuera