Ivette, abrió los ojos intentando controlar la respiración.
¡La habían descubierto!
¡Y ella que pensaba que estaba dormida!
Se giró con lentitud, intentando no temblar y rogando porque su cara no estuviese roja. Allí estaba su hermana mayor, mirándola fijamente.
-Yo. . . Eh. . .
-¿Tú?. . . ¿Eh?- le preguntó enarcando una burlona ceja.
-Pensé que estabas dormida, Su.
-Si, eso es evidente- se cruzó de brazos- ¿me darás una explicación?
-Suseth. . .yo. ..
-¡BASTA DE BALBUCEAR, IVETTE COOPER!- de acuerdo, la había llamado por nombre y apellido, eso era síntoma de que estaba enojada.
-Lo siento Su, es que. . .
-¿Qué hacía el Príncipe, en tu habitación?
-Él. . .vino a verme- Suseth elevó una ceja.
-Eso es obvio, no soy idiota- le