Alicia sintió una presión en el pecho.
—Parece que lo conoces bastante bien —comentó, intentando mantener su tono neutral.
Montserrat soltó un suspiro ligero y asintió.
—Digamos que Dante y yo tenemos una historia larga… muy larga.
Esas palabras hicieron que Alicia apretara los puños sin darse c