-Los lobos están listos para la batalla. El experimento 0 ha estado un poco más inquieto de lo usual, pero nos hemos encargado de él, el otro lobo ha costado que entre en el estado que necesitábamos, pero lo hemos logrado- Gaia hablaba al doctor, el cual había llegado unos escasos minutos después de que Kion había perdido la consciencia, ambos lobos seguían atados y con los ojos cubiertos, esperando solo una señal para atacar.

-Excelente, comiencen entonces, desafortunadamente no tengo todo el día para probar la habilidad de Veintisiete. Estoy seguro que no podrá contra mi preciada arma, así que sólo asegúrense de que no lo asesine- La mujer asintió antes de dar la señal a los soldados de que soltara a los lobos, con cuidado cortaron las vendas que cubrían sus ojos, dejando que sus miradas se cruzarán, el odio y deseo de asesinar se podía notar en la mirada de cada uno. Los gruñidos no faltaron, incluso con los bozales puestos, las ganas de cada uno de morder al otro eran bastante not