Aitiana está sentada pensando en las palabras que le dijo su padre. En medio de todas sus confusiones y rencor, se plantea si es correcto o no el paso importante que está por dar.
Irma desesperada porque a último minuto se puede echar a perder todo lo planeado por culpa de Ignacio. Va a buscar a Elian y el perezoso recién entró en la ducha.
Se va al cuarto de Kiara y ella sí, ya se está terminando de arreglar. Le cuento todo lo que le dijo Ignacio y se va a ayudar a Aitiana, pero en realidad es a distraerla.
Golpeó la puerta -Permiso, Aitiana puedo pasar. Vine a ayudarte a terminar de arreglarte.
Pero guau, qué hermosa te ves, mi hermano es muy afortunado en tener una esposa tan bonita como tú. Te ves radiante, preciosa, tú sí que no necesitas ir a un centro de belleza para que te arreglen, eres muy hermosa, Aitiana.
Yo sí debo ir al centro de belleza para verme, bonita como tú.
Maldita seas, Aitiana, eres hermosa, piensa mientras crece, ese sentimiento de envidia.
- Tú también eres