Capítulo 53
La carcel.
-Vida maldita -murmuré pasando una mano por mis ojos, sentía como si hubiera envejecido doscientos años, no sabía qué hacer, solo era una estúpida niña llegando a la adultes.
Se escuchó un golpe, me sobresalté tanto que antes de darme cuenta tenía la lampara de la sala en mi mano y estaba de pie dispuesta a atacar. Pero luego se escuchó el chorro del lavamanos.