Capítulo 52

El ritual.

-¿Esta es tu casa de verano? –me burlé cuando aparecimos en su sala. Era un espectáculo, candelabros que parecían de cristal, porcelanato brillante, muebles de piel, creo que era un nivel de riqueza que ni en Pequeña Venezia hubiera visto. El único defecto que podía ver, era que hacía mucho calor.

-Siempre quise una casa en Tukubey –se encogió de hombros metiendo la mano en sus bolsillos, su rostro había vuelto a la normalidad, sin embargo, sus ojos grises parecían algo distantes.

-¿Qué pasa? –me acerqué a él y coloqué mis manos en su torso. Sus ojos grises parecían desconfiados cuando me miraron.

-Este chico que la traicionó...

-Arcangel –lo interrumpí y descubrí que