Capítulo 30. Sangre.
Narrado por Abby.
Acababa de llegar a casa, aún no podía creerme que el último cliente me hubiese tenido hasta las doce, con la maldita sesión fotográfica en su casa, mientras se tiraba a su novia. Sí, como lo leéis, había tenido que estar presente mientras aquellos dos tenían sexo, porque el tipo quería fotografiarlo todo. Al menos había servido para ganarme 800€ en una sola sesión.
Aun así, no dejé que esa idiotez me afectara demasiado, esa misma mañana había estado en la clínica, junto a Jay, porque en un momento, habían pasado trece rápidas semanas, y habíamos podido ver en la pantalla a nuestro pequeño guisante, del que aún no podía apreciarse absolutamente nada. Pero verle allí, escuchando su corazón, fue lo más