—En la playa —Lía habló.
—Dejémosla sola un rato para asimilar. —comentó la señora Carvajal.
—¿Qué dijo? —Se quedaron calladas —. ¡¿Qué dijo?!
—Pues lo que yo también pienso. —miré a Amira—. Saber que eres la hija de alguien y que no te amó es mucho más duro de comprender… Pues se evidencia las razones de su comportamiento. Sé lo duro que es, una madre no apoye a una hija. Aunque mi madre solo ha tenido cortos episodios de rechazo conmigo. A One… En verdad que no la aceptaron. ¡Por Dios bendito! Debe ser muy duro.
—Iré con ella.
—Déjala Jabir, en este momento déjala pensar. —volvió a intervenir Salomé—. Cuídala desde lejos, pero déjala unas horas a solas con ella misma.
—¿Solo le dijeron eso?
—Si le digo lo otro, no lo resistirá. El único soporte que tiene es su ídolo, y ese es su medio hermano.
No les hice caso y fui hacia ella.
—¡Jabir!
—¡No me quedaré aquí!
—¡Va a insultarte!
—¡Después de todo me lo merezco! Que se desahogue conmigo. —Si se guarda lo que siente será una bomba de ti