Te deseo demasiado
Camille va directo a la oficina de Andy, su cabeza está a mil revoluciones, no le importa que todos la vean cómo va caminando, airada y apresurada, ni siquiera toca a la puerta, sino que enseguida entra y ahí está él, con su mirada fija en el computador.
-En los tiempos donde las personas tenían un grado de decencia, se tocaba a la puerta, Andy levanta la mirada, sus ojos están un poco nublados, se levanta de su asiento y se va despacio hacia Camille.
Ella solamente se queda parada sosteniendole su mirada fijamente, sabe que él la pone nerviosa, pero no iba a permitir que la perturbara.
- ¡Hum tienes un delicioso aroma! ¿Sabías que hay fragancias que gritan lo que el
cuerpo calla?, tu cuerpo está callando, pero tu olor habla por ti, tienes mucha rabia ¿verdad? O ¿estás excitada por venir a verme?
-Ninguna de la dos Andy Alf, pero no entiendo a que me has llamado- Camille le responde apretando los dientes
-en mi compañía le pagamos a los empleados por trabajar, veo