capítulo 3

Narrador

Leandro se encontraba un poco nervioso, tenía que pedirle a lea que fingiera ser su novia por primera vez y aunque existía un contrato que la obligara a hacerlo, se sentía un poco incomodo; el no era un hombre que pedía favores, el ordenaba o exigía, pero pedir, era algo que no solía hacer

—Señorita lea

Aclaro su garganta para llamar a su secretaria, quien iba de salida, luego de entregarle un par de documentos, los cuales ameritaba su firma.

Leandrro se sentía un poco incomodo por tener que pedir tal cosa y en el fondo un poco de verguenza invadía todo su ser

¿Cómo se le ocurrió abrir su boca frente a a su padre?

Y para colmo ofrecerse a presentarle a lea,

Sinceramente todo esto lo había ideado para convencer a sus progenitores, pero ahora que estaba en todo este embrollo, le parecía un tanto estúpido

—¿Dígame?

Pregunto la chica girandose para encarar a su jefe

—Mañana tendremos que salir por primera vez, se que es muy pronto, pero mi padre quiere conocer a mi novia

El Ceo realiza un par de comillas al aire para resaltar la última palabra. Lea contuvo la respiración tratando de asimilar su papel, el cual tenía que interpretar más pronto de lo que pensó

—Sera una cena en un restaurant lujoso

Señaló leandro aclarado que el evento sería de etiqueta y que tenia que lucir impecable

—Señor...

Lea titubeo, quería decirle que no tenia vestidos de galas para tal evento, pero callo cuando la verguenza impidió que las palabras salieran de su boca.

—Como te lo dije, tendrás ciertos privilegios y por eso apenas termine unos asuntos aquí, saldremos de compras

Lea quiso argumentar algo, pero en el fondo sabía que ese era uno de los privilegios que tendría de ahora en adelante, al tener que andar del brazo de su jefe, el gran leandro mastronardi

Lea solo asintió y luego de darle una risa nerviosa salió de allí, con el corazon acelerado, leandro era un hombre muy guapo y hasta la mujer más centrada y madura del mundo, al tener a tal espécimen frente a ella, se sentiría tentada, ante su belleza

*** ***

Transcurrieron un par de horas y después de que leandro realizara un par de cosas, los dos salieron de la gran empresa camino a una boutique exclusiva, en la cual se exhibían y vendían la ropa más exclusivas de la ciudad

—Señor...

Espeto lea apenas el auto de detuvo y el chófer de leandro les abrió las puertas para que ambos salieran del interior de este

—Lea, necesito que te veas bien

Dijo comprendiendo la incomodidad de su secretaria, la cual nego enseguida moviendo su cabeza

—Esta ropa es super costosa, con lo que compro un vestido aquí y en una tienda de descuento compro 6 y aun me queda dinero

Leandro sonrio levemente y lea pensó que sus bragas caerían al piso al ver el par de hoyuelos que se dibujaron en sus mejillas, si el tipo se veía bello con su semblante serio, sonriendo se veía fenomenal

El comentario de ella le había hecho causo algo de risa en el, así que le extendió su mano para ayudarla a salir del auto y apenas ella estuvo de pie a su lado, la enfrento para verla directo a los ojos y explicarle un par de cosas

—Lea, serás mi novia y en mi mundo, la imagen importa, así que por el dinero no te preocupes, tu pago, tu vestimenta y tus gastos, corren por mi cuenta

Lea se sintió un poco incomoda al ver que los ojos de leandro la enfocaron por más tiempo de lo normal, así que para terminar el incomodo momento, empezó a caminar al interior de la tienda

—Buenos días señores, sean bienvenidos

saludo la vendedora guiándonos al interior de esta, la cual era una boutique muy lujosa, las paredes eran de color blanco, con un par de espejos y prendas colgadas en estas y el piso, era en su totalidad de granito pulido, en verdad la tienda supuraba clase, al igual que cada una de las prendas exhibidas

—Señorita necesitamos una asesoría personalizada y si es en privado mejor.

Señaló el ceo, tratando de evitar chismes y rumores de la prensa, la cual lo seguía tratando de obtener un chisme jugoso de la vida del tipo más codiciado, debido a su nueva soltería

—Por supuesto, sigame

La mujer los condujo a una sala enorme, en donde el principal atractivo, era una tarima en donde las chicas podían desfilar sus nuevos atuendos, alrededor de estas habían un par de sillas en donde los acompañantes podían tomar asiento y ver las prendas desfiladas

—Esta área es Vip, la señorita ira conmigo por un par de prendas y cuando este lista, usted la podrá ver desfilando, mientras tanto tome asiento.

Le indico la chica vendedora, la cual se encontraba algo embelesada con la belleza del hombre de carácter algo fuerte, pero aun así, realizaba un buen trabajo.

La mujer guio a lea a un amplio salón en donde las paredes se encontraba invadidas por prendas de todo tipo, desde vestidos, hasta zapatos, los cuales pertenecían a los mejores diseñadores del mundo, cada prenda costaba más que la anterior, así que para lea y su humilde vida, comprar algo allí por su propio medio era imposible

—¿Busca algo en específico?

Pregunto la vendedora, para poder darle una asesoría de primera a la chica que lucia algo perdida y deslumbrada por el espectáculo ante sus ojos

—Vestidos de noche...de gala, por favor

Dijo y la mujer la tomó de la mano enseguida y la guio a una área en donde los vestidos de noche eran los predominantes

—Tienes largos, cortos, con lentejuelas, seda ¿Cual te gustaría?

Pregunto luego de ver que lea, lucia descolocada

—Cortos

Dijo por inercia y la mujer, sacó una colección entera, en donde se persibian modelos exclusivos y hermosos

Siguiendo las sugerencias de la vendedora, lea opto por un vestido negro de seda, con espalda descubierta y cuello bobo, que se adaptaba a su cuerpo y resaltaba sus hermosas y largas piernas.

—Su novia, ya está lista

Le dijo la vendedora a leandro, quien estaba un tanto distraído en su teléfono

Mastronardi apenas vio que lea empezó a caminar por la amplia pasarela algo avergonzada, su corazón casi se detiene, la mujer se veía deslumbrante y apesar del vestido ser algo sencillo a su parecer, este no le restaba protagonismo a la chica, sino que resaltaba sus glúteos y hacia destacar sus pechos, sencillamente tentadora

Lea apenas se detuvo en la punta de la pasarela, observo a leandro, esperando respuesta alguna, pero el debido a shock emocional de verla tan hermosa quedó mudo

—¿Y?

Pregunto ella, algo titubeante ante su elección y su corazón se detuvo apenas escucho la voz gruesa de su ahora jefe

—Te vez hermosa

Espeto sin saber por qué, y ella sintió su mejillas arder ante el cumplido, que desde ahora en adelante se convertiria en frecuente

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