Celeste
De repente viene a mi mente Louis, nuevamente, ya que no me ha contestado ninguno de mis mensajes y tampoco mis llamadas, pues me manda directamente al buzón. En verdad ya estoy muy preocupada. De repente mi celular suena y lo cojo con la esperanza que sea él, pero no lo es.
—Hola —dije algo entusiasmada.
—¿Tan emocionada estás?
—Ah... hola, amor —expresé ya bajando mi entusiasmo.
—¿Estás bien?
—Si, solo me estoy terminado de alistar.
—Ah, poniéndote más hermos