Mara
Ha pasado una semana desde que me entregué a Ammos y ha sido la mejor semana de mi vida.
Mi papa no lo quiere y cada vez que viene a casa lo mira mal.
Lina me pide que tenga cuidado. Que piense bien las cosas, que abra los ojos ante cualquier extraño comportamiento.
Mi tío y Cristian tampoco están a favor que vea a Ammos, creen que me estoy engañando con su cambio y que terminaré lastimada.
Ellos no saben lo dulce que es, lo amable y sobre todo lo que mi cuerpo siente cada vez que estamos juntos.
Hemos tenido relaciones desde esa noche, todos los días, es insaciable. En ocasiones es suave y en otras es furioso y salvaje.
Los malestares nocturnos continúan, son ahora más dolorosos.
El último fue anoche, realmente me dolió, papa estaba furioso y no se porque.
Al día siguiente cuando Ammos vino me trajo un pequeño regalo y papa lo golpeó. Y le impidio entrar a la casa. Lina me llevó a mi habitación y estuve ahí hasta que terminaron los gritos y Ammos se marchó.
Se que me ocult