Cinco días después
Regresamos a casa después de haber ido a ver pisos para mudarnos, pero me extraña que no haya nadie aquí; eso es casi un milagro con todo el gentío que vive en este lugar. Reviso cada rincón de la casa mientras ella sube al cuarto, y al llegar a la cocina, veo una nota de mi hermana.
“Hermanito,
Nos hemos ido todos a pasar el día a la playa. Si quieres ven, aunque dudo que quieras. Pórtate bien... o mal... no sé, como tu prefieras.
Vicky”
《Ay hermanita, hermanita...》 pienso y rio.
Veo a nuestro perro muy relajado en la sala y decido no molestarle. Subo a mi habitación, y al entrar la veo acostada sobre la cama. Sin dudarlo, cierro la puerta detrás de mí y me acuesto a su lado. —¿Qué sucede amor?— Le pregunto mientras hago que apoye su rostro sobre mi pecho.