PDV Narrador.
Esa misma tarde, luego de recuperarse de la gran resaca, Luka llamó a Christine para conversar par de cosas. Cuando Christine entró a la oficina de su esposo, para la sorpresa de él ella bordeó su escritorio y lo abrazó.
– ¿Cómo te sientes?
– La verdad como una mi****. Hacía mucho que no tomaba de esa manera.
Ella asentó con una mueca, sabiendo que ella era la causa de su malestar.
– ¿Tu cómo te sientes?
– Pudiera sentirme mejor, pero las náuseas matutinas y ciertos olores me revuelven el estomago – se sinceró y tomó asiento al frente de el.
– Entonces ¿vamos a ser padres?
– Así parece, ¿eso es lo que quieres?
– Por supuesto Chris, es una vida y debemos ser responsables por él.
– O por ella – respondió.
Luka abrió los ojos, ¿una niña? Se preguntó, se agarró la cabeza que aun le dolía.
– ¿Ya se lo dijiste a tus padres?
– No, de ninguna manera, primero debíamos hablarlo tu y yo.
–Gracias.
–Te quieres divorciar, no necesitamos estar casados para tener un hijo