Nain me levanto y me sentí un poco mareada, no sentía mis piernas, así que él me agarro la cintura y me hizo sentar en la cama.
-Amor, no puedo, mis piernas parecen gelatinas.
-Amor, tu puedes, vamos otra vez ¿sí?
-Está bien
Nain volvió a poner sus manos en mi cintura, me levanto, me sentí mareada y me fui para atrás otra vez.
-Amor no puedo soy una inútil, no puedo.
-Amor poco a poco, si podrás, vamos un último intento.
-Amor es imposible, tu puedes, yo estoy aquí, Rebecca está aquí, no te vamos a dejar caer, te lo prometo.
-Está bien. –Baje mi mirada, cerro mis ojos y di un suspiro me tome unos segundos y alce mi mirada y asentí.
Nain me levanto yo quería dar un paso, sentía mis piernas demasiado gelatinosas, camine poco a poco hacia el baño, tenía ducha de agua fría y caliente.
-Nain, gracias, pero necesito quedarme sola, yo….
-Amor, yo te amo, déjame ayudarte puedes caerte.
-Nain, necesito hacer esto sola. –Dije poniendo mi cara triste y haciendo pucheros.
-La respuesta es no, no