161| Alex.

Cuando llegamos a la sala nuevamente, Ana Laura y Xavier ya estaban ahí.

Ana se había cambiado de ropa y se había puesto algo más cómodo, pero yo podía anotar en su rostro cómo se veía cansada.

Llevábamos tantos días durmiendo mal, ya llevábamos tantos días pensando, que yo podía notar cómo el cansancio hacía mella en su hermoso rostro.

Me sonrió con ternura y yo le sonreí de vuelta. Alfredo estaba sentado en el amplio mueble; tenía una expresión derrotada en su rostro. No sabía exactamente qué le había dicho Yeison, pero al parecer había sido lo suficientemente convincente como para que el joven cediera a aquella información. Cuando llegué con él, me senté en una silla enfrente y el joven me miró con ojos suplicantes.

— Por favor — me dijo — , él me dijo que tú no le harías nada a Máximo.

— si tú me ayudas, yo voy a cumplir esta promesa y te prometo que no lo mataré, pero debes ayudarme, Alfredo — le dije, estirando mi mano y agarrándolo con fuerza por el hombro — , la única forma
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP